Como llegue al yoga
- Tatyana Valverde
- 7 nov
- 2 Min. de lectura
Estaba en un momento en el que hacía mucho deporte de cardio e impacto. Siempre había vivido el deporte y movimiento desde un lugar de gastar calorías aunque nunca lo hiciera a un extremo, pero si es cierto que ese era mi principal vínculo con el deporte a parte de que me gustara estar en movimiento.
Empecé a sentir molestias en una de mis rodillas y tras ir varias veces al médico, después de que me vendarán y mandaran reposo en la rodilla etc … por fin se dieron cuenta tras insistir en resonancias y más pruebas que tenía condromalacia en las dos rodillas pero sobretodo en una. Cosa que para mis 25 años de aquel entonces era imposible según mi médica. El caso es que me dijeron que nada de deporte de impacto. En ese momento lo único que había en el gimnasio sin impacto era yoga y pilates. Pilates ya había hecho varias veces también así que probé el yoga.
Aún recuerdo las primeras veces en clase. Siempre me sentí como si ese fuera mi lugar. Siempre había sido bastante flexible en algunas articulaciones así que ciertas cosas se me daban bien y eso me motivaba.
Después me fui enganchando a esa sensación de que con esfuerzo, tiempo y constancia podía lograr posturas que antes no hacía.
Lo que no me había dado cuenta en ese entonces es que a la vez dentro de mí estaban pasando cambios muy potentes pero muy sutiles. Había empezado a conectar más que nunca conmigo y a conocerme más. Empecé un viaje interno del que antes me llamaba la atención pero no se la había dado realmente.
Desde ese entonces nunca he dejado de practicar yoga, he podido practicar más o menos pero siempre ha estado en mi vida.
Y como veis ahora doy clases de ello, pero eso es una historia para otro día. 🧘🏼♀️💜✨

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